Me encontraba en este bosque, un
bosque infinito y oscuro, podía sentir la brisa y el frío recorrer mi cuerpo. El
cielo estaba totalmente despejado, claro y lleno de estrellas, a pesar de estar
en ese lugar tan lúgubre, yo no tenía miedo. Mientras estaba allí, recorrí
caminos, podía sentir el aroma de los árboles, y escuchar dormitar a algunos
animales.
Pero algo llamo mi atención, allí
en un claro, yacía un animal, me acerque con curiosidad, quería saber que le
pasaba, si estaba vivo o muerto, acercándome cautelosamente, lo toque, era
suave, y estaba tibio, lo levante del suelo para examinarlo…
Este animal tenía un aspecto
extraño, semejante a un conejo de un color blanco, casi luminoso, sin embargo,
lo que más llamó mi atención fueron sus ojos, parecían ojos de gato,
penetrantes de un color ámbar claro y muy intenso, tenía unas patas largas y
fuertes, y note que tenía unas especies de garras de un color muy oscuro, muy
delicadamente las toque, eran fuertes.
Mientras admiraba a este enigmático
animal, y trataba de determinar que le había ocurrido, el porque estaba allí,
si estaba herido o enfermo, escuche a alguien que me llamaba, decía mi nombre
insistentemente, buscaba pero no encontraba su procedencia, a los segundos entendí
las palabras “¡suéltalo!”, “!déjalo ir, es peligroso!”. Me asuste.
En ese momento el animal se
abalanzó a mi cuello, usando su garra, rasgo mi cuello, pude sentir el pánico recorriendo
mi cuerpo, caí al suelo, podía sentir la sangre caliente inundando mi cuello,
brotando a borbotones, mi garganta, no podía hablar, lleve mis manos a la
herida, tratando de detener el sangrado, pero fue imposible, pánico…
Desperté, asustada, todo estaba
bien, tratando de entender de que solo había sido un mal sueño…
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